Excursión a Las Lagunillas y cresta de los Riscos de las Hoces.
“Quien ha escuchado alguna vez la voz de las montañas nunca la podra olvidar” Probervio Tibetano.

Aún hay, aunque parezca increible, un Gredos “salvaje”, conocido y explorado solo por aquellos que una vez escucharon su voz y no pudieron ignorar ese run run en sus oidos, y como nosotros somos de esa condición, hacia un paraje de ese Gredos nos dirigimos el pasado 20 de agosto a pasar una noche maravillosa.
Partimos de Navalperal de Tormes en dos grupos con una hora de diferencia, en el primer grupo van Rosa y Candi junto con Rebeca y David , en el segundo van los maquinas, David (nuestro presi), Natalio, Álvaro, Vicente, Jorge, Cheda y el que escribe estas lineas arrepintiendose de no haber salido con el primer grupo a un ritmo mas humano, en esta toca “arrastrarse”.
En las primeras rampas aún en la pista forestal, nos encontramos de vuelta a Candi, que nos dice que se encuentra mal y ha preferido darse la vuelta, sabia decisión, ya habra otro dia y la montaña seguira ahi, esta pista tiene rampas exigentes y rapido se gana altura, pasados unos dos kilometros la abandonamos para coger el sendero que nos llevara a la cuerda de Los Barquillos, antes de llegar a dicha cuerda y en la unica sombra capaz de cobijarnos a todos nos encontramos con el otro grupo y despues de un refrigerio y un par de fotos emprendemos la marcha hacia el refugio de Los Barquillos, tramo este algo confuso entre bloques en el que el paso del ganado ha trazado varias sendas, una vez en el refugio buscamos una fuente que para nuestra sorpresa no hay, ya desde un principio nos damos cuenta que la sequia por aqui tambien hace estragos y vamos justitos de agua, por suerte cuando el sendero baja de la cuerda hay un venero con manantial que aunque con un hilillo de agua nos permite llenar cantimploras, nos queda ya poco pero las ultimas rampas para salvar el desagüe de las Lagunillas se hacen duras.
Llegamos a Las Lagunillas, el entorno es espectacular, y podria serlo aún mas si no fuera por la pertinaz sequia que todo lo asola, toca buscar el liquido elemento, y lo encuentran Natalio y David antes de acoplarnos para cenar y montar el vivac, no sin que antes Vicente abra la mochila y…..¡¡zás!! despliegue de delicatesens ibéricas que nos sirven para una improvisada merienda-cena, lo justo para matar el rato de espera al otro grupo que venia rezagado, barritas energeticas y frutos secos “de vuelta a los corrales”.
Con las ultimas luces llega el otro grupo sin contratiempos pero por otro sendero que sin perder tanta altura es algo mas amable que el del venero. Hora de cenar y meternos en el saco a disfrutar de una esplendida noche estrellada amenizada con los conocimientos de Rebeca acerca de las constelaciones y sus fabulas tan bien recitadas, si como bien decia ella hay que hacer un monumento a Vicente por el jamón que nos lleva, el segundo monumento se lo debemos a Rebeca, el alma tambien se alimenta.
Aun de noche se levanta el grupo que va a hacer la cresta del Risco de las Hoces y a las 6:00 AM con las primeras luces se ponen en marcha frontal en cabeza para iluminar esta primera ascensión, el resto solo asomamos las cabeza para verlos partir.
(Breve relato de Natalio donde nos cuenta la Cresta de los Riscos de las Hoces)…Iniciamos la aproximación por una pedrera que nos lleva a la primera cumbre de los Riscos de las Hoces a traves de una trepada por roca mala y bloques, cima que no tardamos en alcanzar con algun paso de II, maxima dificultad de la ascensión. David y Álvaro, “los primeros” de cada cordada avanzan agiles y rapido. Por unos destrepes faciles llegamos a unas pequeñas torres que nos marcan el camino de ascenso a la segunda cumbre de los riscos. Siguiendo el orden establecido, comenzamos la escalada a traves de un muro fisurado y una bonita placa que nos dirigen a esta segunda cima, pasamos por un tunel caracteristico y nos encaramamos en la segunda cumbre de la jornada. David comenta que en sus notas y en el croquis de la via aparece un paso en chimenea que nadie ha visto, lo que nos lleva a la conclusion que hemos ascendido por una variante de la via original. Primer comentario que surge: “el presi ha visto un pedazo placa y con la emoción ha tirado para arriba a disfrutarla”, y la realidad lo confirma. Segundo comentario: “hemos hecho una variante de la via original y se llamara variante GOM”. Entre estos y otros comentarios seguimos el destrepe hasta un punto en el que nos detenemos para beber y reponer fuerzasantes de comenzarla cresta propiamente dicha.
Iniciamos la travesia de la cresta con diversos pasos aereos y dos rapeles que nos retrasan un poco respectos del horario inicial previsto, pero lo importante es que nos vamos moviendocon seguridad, avanzando sin contratiempos hasta la ultima cresta. una vez alli, iniciamos el destrepe hasta una sombra donde nos detenemos para recoger el material, comer y beber para coger fuerzas para el regreso a la plataforma de Navalperal de Tormes.
Nos felicitamos por la actividad realizada y por lo que hemos disfrutado todos, en especial el “Comando Herreruela”. Asi pues, iniciamos la bajada hasta el “campamento base” para recoger el resto del material y nos ponemos en marcha hacia la plataforma.
Los de abajo, despues de remolonear en el saco, desayunar y ver un rato las evoluciones de los escaladores a traves de la cresta, las chicas y David se bajan tranquilamente hacia el valle a la par que Cheda y yo subimos a el Risco de las Hoces bajero, de facil y disfrutona ascensión, y primera cima de la cresta, desde arriba una vista espectacular de toda la corona del circo de Cinco Lagunas cerrado a la derecha por el Picurucho o Risco de Cinco Lagunas, con la Galana y los Riscos de Gutre al fondo y a nuestra izquierda la mole del Cervunal o Cabeza Nevada, tambien somos espectadores de lujo de las evoluciones de los nuestros por la cresta. Aunque el destrepe es delicado y algo tedioso para mi maltrecho tobillo izquierdo, ¡ha merecido la pena!.
Una vez de regreso del Risco de las Hoces bajero, Cheda y yo llenamos nuestras cantimploras y las que quedaron los de arriba, y despues de comer algo preparamos la mochila para el regreso, nuestra marcha de regreso decidimos hacerla por el sendero “de arriba“ el mismo que han tomado las chicas y David, el primer tramo se hace muy bien, perdiendo altitud poco a poco y por muy buen firme hasta que llegamos a una bifurcación en la que el mas marcado no es el mas directo y probamos el otro que tambien tiene hitos, error nuestro pues aunque puede que sea el original, esta poco pateado y los piornos lo invaden, otra duda acerca de la ruta resuelta. El tramo a partir del refugio se hace mas pesado y tedioso, en un prado donde de subida abrimos una portera nos damos cuenta que en el vallado hay una pasadera mas arriba y no es necesario abrir dicha portera, ademas el sendero va por ahi, nos lo confirma el siguiente prado con muro de piedra en el que el sendero discurre por fuera de dicho muro sin necesidad de atravesar el prado, además y mas importante ¡hay una fuente!, que en la subida hubiese sido una bendición; aunque hay más y más importantes, esta puede ser una de las razones por las que no se debe atajar en los senderos.
Al fin, llegamos al rio Tormes y en el area recreativa con bar que hay en su margen estan solo Rebeca y David de sobremesa, rapidamente soltamos mochilas en el coche y el rio nos llama con sus frias y cristalinas aguas, el baño nos devuelve media vida, la otra media corre a cargo de unos cuantos botellines del mahou clasica que nos tomamos esperando al resto de la gente que no tarda en aparecer, ¡menudo ritmo han traido!, mismo ritual bañito y cervecita, ya todos juntos tomamos un piscolavis con viandas varias que va sacando el personal, un final con unas risas y unos cafes de puchero que no nos explicamos como llegan enteros a la mesa de la mano de una camarera algo “tostada” y con el equilibrio algo mermado.
Hasta la proxima, ¡nos vemos en las montañas!…..y en los bares también.
Javier Cisneros.